Yolanda Fernández Dice

sábado, enero 21, 2017

Inés...

"En ese pueblito, hace tanto tiempo ya, entré de mano de una princesita a la iglesia, ella me marcó para toda la vida, era un sueño del que no he despertado". 

Así va a comenzar la historia de Inés, una historia que desde hace algún tiempo me está rondando la cabeza.
Después de conocer la miseria, el abuso y la humillación en su infancia, Inés se prometió volar alto y conocer el Sol.
Sus alas siempre fueron blancas, fuertes y puras.
Su pensamiento siempre fue alto, sereno y equilibrado.
Su palabra siempre fue comedida y reservada.
Pero...


"Y fueron INFELICES para siempre..."



Así terminará la historia de Inés...

martes, enero 17, 2017

ACEITE DE RICINO...

Hace algún tiempo, caminando por los montes de Cumuñucual con una persona muy querida, me mostró en sus manos unas semillas de tártago y me dijo que con ellas se elaboraba el aceite de ricino.
Me quedó la duda sobre el asunto porque siempre había creído que el aceite de ricino era un derivado de algo que se llamaba "ricino": planta o mineral.
Hoy he recordado con intensidad a esa persona.
También comprobé que, efectivamente, el aceite de ricino se elabora con las semillas de la planta que aquí en Venezuela llamamos tártago, y que tiene múltiples denominaciones.
Siempre hay espacio para los nuevos conocimientos o para desplazar los que estaban errados.
Siempre hay espacio para los recuerdos intensos... siempre.