Yolanda Fernández Dice

domingo, abril 20, 2008

CÓMPLICE INOCENTE

Cuando lo vio llegar, lo reconoció de inmediato.
Él la buscaba entre la gente y el ruido, ella jugó a no dejarse ver.

Había cambiado, ya no era delgado; ella tampoco.
Había envejecido y tenía muchas canas, ella también.
Pero lucía muy bien con su traje azul sin corbata...
... ella lo miró con pícara intención .

Se acercó y sellaron ese encuentro con un largo y fuerte abrazo.
Salvador, liberador, protector... un abrazo redentor.
Había pasado mucho tiempo, muchos años sin verse, pero eran los mismos: ilusos, esperanzados, desinteresados, afectuosos, amigos. Muy amigos en la confianza de la solidaridad, muy amigos con el alma comprimida y las ilusiones truncadas... muy amigos.

Desde entonces, se buscan por los vericuetos de la vida
y se reúnen en silencio en los rincones del ayer.

7 Comments:

  • A mi me ha sucedido, pareciera sin embargo que el tiempo no hubiera pasado, salvo los visibles estragos que el físico, inevitablemente, muestra.
    Pero el espíritu, la amistad, después de un reparador abrazo, se muestra inalterable...
    Creo que a ese sentimiento le llamamos amistad...
    Un beso y salud.
    PD Espero que ya estés recuperada del susto. Perdón...jajaja

    By Blogger Genín, at 20 de abril de 2008, 8:07 p.m.  

  • Me encanto este escrito.
    Pasa el tiempo, llegan las canas y los kilos demas, pero la amistad sigue como el primer dia.
    Un abrazo!

    By Blogger SOL, at 21 de abril de 2008, 2:50 a.m.  

  • Suele pasar, me encantan estos reencuentros, como los nuestros también. TQM mi Yolanda. BESOS!

    By Blogger Waiting for Godot, at 21 de abril de 2008, 4:59 a.m.  

  • Ahora veo que tenías razón en lo que comentaste en mi blog, cada una a su manera, escribimos sobre el mismo sentimiento.

    By Anonymous Anónimo, at 21 de abril de 2008, 8:24 a.m.  

  • Genín, claro que ya se me pasó el susto.
    Gracias por compartir y leerme.
    Un gran saludo.

    By Blogger Yolanda Fernández G., at 21 de abril de 2008, 9:55 p.m.  

  • Solcita, lo más detestable son los infames kilos que se apoderan de nuestro cuerpito con el transcurrir de los años.
    La amistad en un "bien" intangible, pero demostrable... y, a veces, cura mejor que cualquier medicina.
    Un gran saludo y mucho éxito en tu nuevo trabajo.


    Witing, los reencuentros son hermosos. De eso sabemos un poco ¿verdad?.
    La próxima vez tiene que ser en mi casa...
    Un gran saludo y parriba ese ánimo.
    (la nena está preciosa... a esa edad provoca comérselos a besitos)
    Un gran abrazo...

    By Blogger Yolanda Fernández G., at 21 de abril de 2008, 10:05 p.m.  

  • Mariale, es verdad... estamos en onda...
    Un gran saludo.

    By Blogger Yolanda Fernández G., at 21 de abril de 2008, 10:07 p.m.  

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