¿ES UNA GUERRA? ¿ES UN DESMADRE TOTAL?

Desde hace algunos meses vengo sintiendo que en mi país hay una guerra no declarada que se parece a un desmadre total.

El mes pasado nos robaron nuestro único carrito, estaba estacionado frente a nuestro edificio y desde allí se lo llevaron. No hemos sabido nada de él, se evaporó, se volatizó, se esfumó, se desintegró en los vericuetos infames de los implicados en la gran mafia del robo de vehículos que medra en esta tierra.

Nuestro único carrito se fue...

También se está yendo mi esperanza de un futuro promisorio, he comenzado a sentir demasiado miedo y desesperanza.

Ayer regresé de mi trabajo como a las siete de la noche, estaba sumamente cansada, tan cansada que me acosté muy temprano y me quedé profundamente dormida hasta bien entrada la madrugada, dormí completo y muy profundo. Pero me desperté a esa hora porque había ruido de muchos disparos, durante un buen rato escuché muchos disparos lejanos, eran distintos tonos de muerte que entraban por la entreabierta ventana de mi dormitorio.

Parecían tiros de varias armas diferentes, paraban y seguían. Muchos disparos, ecos lejanos de muerte, pero perfectamente perceptibles.

Esta situación se está repitiendo desde hace algunos meses: en la madrugada silenciosa de los fines de semana llegan lejanos ruidos de muchos disparos. Las madrugadas de los viernes y los sábados son horas de disparos, casi siempre.

Es abrumador, es aterrador, es espantoso.

¿De dónde salen las balas y las armas? ¿Es que acaso las balas se consiguen en la farmacia o la panadería? ¿Quién vende armas y balas, quién compra armas y balas? ¿Quién está haciendo el negocio de la muerte?

Es una guerra, es un desmadre, es la certidumbre de que no vamos por buen camino.