Yolanda Fernández Dice

jueves, abril 24, 2014

SINCRONICIDAD

Hoy compré el libro Sincro Destino de Deepak Chopra. Comencé a leerlo en la antesala del laboratorio, mientras esperaba mi turno para que me extrajeran mi divina sangre para averiguar las causas de unos extraños mareos que estoy sintiendo últimamente.

Leí 29 páginas de un sólo tirón tratando de comprender la postura y planteamientos de Chopra. Una vez tomada la muestra de sangre, fui a otro mostrador para solicitar una cita con la médico especialista. Mientras esperaba en ese mostrador, se acercó una señora y apoyó varias carpetas y papeles, entre todos sobresalía el libro del escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza titulado Entre dos Aguas. Miré curiosa y disimuladamente la cubierta del libro: imágenes, nombre del autor, título... y me dije en mi interior "Ahhh, Plinio Apuleyo..." Para mí ese nombre siempre tuvo sabor a música: plinio, plinio, plinio... un nombre curioso y llamativamente musical.

Terminada mi gestión médica, regresé a casa. Al entrar observé sorprendida que en la tele estaban entrevistando a Plinio Apuleyo Mendoza. "Caramba, qué casualidad, acabo de ver en el médico  a una señora con un libro de Plinio Apuleyo Mendoza, abro la puerta de mi casa y lo primero que veo es la imagen de don Plinio".  

Estoy sincronizada con algo que desconozco, me está sucediendo últimamente, las coincidencias que me envuelven me están llamando la atención. Por ejemplo, en la calle veo a una persona caminando con bastón y un poco más adelante se me cruza otra persona caminando con bastón; veo a una señora con un niño que llora y más adelante, otra señora con un niño que llora; veo personas que se me parecen a otras y saludo sin saber si son las conocidas: "¿qué tal , cómo le va?"; veo la hora en el reloj digital y son las: 3:43, las 2:34, las 4:34; las 8:48, las 11:11 o las 11:12 o las 4:44, como me pasó esta mañana cuando vi la hora después de despertar e ir al baño. "Carajo, qué casualidad, son las 4:44", me dije. Me metí en la cama para dormir otro poco, pero no logré volver a conciliar el sueño.

Otra coincidencia que viví en estos días me ocurrió el sábado pasado cuando regresaba de visitar a mamá en Anzoátegui. Ese viaje siempre es largo, había atascos en la carretera y se hizo más largo. Eran más de las dos de la tarde y veníamos todos con muchas ganas de comer algo en la carretera. El taxista que nos traía no quiso detenerse en el lugar donde "todos hacen la parada", y siguió de largo. Eso me indispuso, pero no dije nada. Unos kilómetros más adelante se detuvo en un lugar donde hay muchos "ventorrillos de carretera" para comer. La idea de comer en ese sitio comenzaba a no gustarme, ya estaba reclamando cuando se me acercó la dependienta: una antigua alumna que me saludó con un afectuoso "Profe, ¿cómo está, qué le preparo?". Me agradó verla, intercambiamos saludos y algunas palabras. "Este negocio es de mi mamá y el taxista que los trae es mi papá". Sin salir de mi sorpresa por la coincidencia, me comí la más rica cachapa con queso que he probado en los últimos tiempos. "Es de maíz tierno, acabado de moler, profe", me dijo. Qué casualidad, mi alumna vive en ese pueblo (El Guapo) y viene tres veces por semana a clases a Caracas... "y el taxista es mi papá", me quedó flotando en el cerebro esa frase.

De Chopra no había leído nada, hasta esta mañana. Sólo tenía algunas referencias de este autor, me lo topé leyendo algo sobre el tema Inteligencia Espiritual para preparar un tema de una clase. Espero encontrar sabiduría en Sincro Destino y poder "descifrar el significado oculto de las coincidencias en tu vida", como dice el libro.

De Plinio Apuleyo Mendoza tampoco he leído nada, será que la vida me está diciendo que debo leer a este autor. ¿O?


2 Comments:

  • Que curioso, a mi el colombiano me suena a centurión romano.
    El taxista velando por sus intereses :)
    Puede que los mareos sean por tensión arterial baja, es muy común, pero lo raro es que te analicen la sangre para averiguar el motivo, así que supongo que los tiros irán por otro lado, espero que no sea nada.
    En tiempos también yo paraba en el Guapo cuando venia de Pto La Cruz, pero lo que a mi me gustaba eran las arepas de queso de mano, bien rico y una Polar bien fría :)
    Besos y salud

    By Blogger Genín, at 24 de abril de 2014, 9:23 p.m.  

  • Sí, Genin, de las tierras romanas viene el nombre Plinio.
    Y nuestro taxista arrimando la brasa pa su sardina... lógico.
    Para tu conocimiento, en la actualidad las mejores arepas de queso de mano que he probado en esa carretera las venden en la parada "El Guapetón", cerca de El Guapo, o en Boca de Uchire. Son enormes y demasiado buenas, pero últimamente se han puesto muuuuuuy caras; pero son gloriosas.
    Un saludo, viejo, cuídate mucho.

    By Blogger Yolanda Fernández G., at 4 de mayo de 2014, 4:44 p.m.  

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