Yolanda Fernández Dice

sábado, mayo 18, 2013

A FALA

Ayer se realizó en la sede de la Hermandad Gallega-Caracas, la celebración del "Día das Letras Galegas". Mi hija participaba con su grupo de danza, decidí ir para distraerme un rato y salir del "vicioso círculo" de mi vida laboral, que en las últimas semanas ha sido especialmente difícil, árida y poco grata.
Me fui de teatro con una buena amiga y disfruté intensamente esa presentación, y en especial la participación de la Coral "Aires Galegos", cuando interpretaron una versión  de  un hermoso poema que no conocía.
La melodía de los intérpretes  y algunos de los versos del poema se me quedaron clavados en el corazón.
Llegamos a casa a la medianoche e inmediatamente busqué en internet la pista del autor, lo busqué a tientas porque tampoco recordaba su nombre con precisión y no estaba en el programa que nos entregaron al entrar al teatro. Sólo recordaba algunos versos que se me habían quedado colgados en el cerebro.
Seguí indagando hasta que encontré una pista valiosa.
Algo leí sobre el autor, pero ahora quería el poema...
Me preocupé porque no lograba encontrarlo.
Un poema en lengua gallega.
Esta mañana insistí en la búsqueda y sin pensarlo mucho le pedí a un desconocido, cuyo blog conocí por casualidad, pesquisando al poeta  Manuel María, si podía ayudarme a encontrar ese poema. Recibí inmediata respuesta de  http://antoncastro.blogia.com/  y el hermoso poema que conocí anoche en el Teatro Rosalía de Castro ya está entre mis bienes más preciados. Gracias a Antón Castro por la gentileza de enviarme la letra de este poema y por publicarlo también hoy en su blog.
Aquí lo dejo en su lengua original, espero poder traducirlo porque quiero emplearlo como material de apoyo pedagógico para mis alumnos. Espero con la sensibilidad de este poema ayudar a mis muchachos a fortalecer su conciencia lingüística y a desarrollar mejores competencias discursivas.

O idioma é a chave
coa que abrimos o mundo:
o salouco máis feble,
o pesar máis profundo.

O idioma é a vida,
o coitelo da dor,
o murmurio do vento,
a palabra de amor.


O idioma é o tempo,
é a voz dos avós
e ese breve ronsel
que deixaremos nós.

O idioma é un herdo,
patrimonio do pobo,
maxicamente vello,
eternamente novo.

O idioma é a patria,
a esencia máis nosa,
a creación común
meirande e poderosa.

O idioma é a forza
que nos xungue e sostén.
¡Se perdemos a fala
non seremos ninguén!

O idioma é o amor,
o latexo, a verdade,
a fonte da que agroma
a máis forte irmandade.

Renunciar ao idioma
é ser mudo e morrer.
¡Precisamos a lingua
se queremos vencer!