Yolanda Fernández Dice

jueves, diciembre 21, 2006

UNO, DOS, TRES...HALLACAS

Hoy las hice...

Y las hice para que la navidad terminara de entrar en esta casa. Las hice porque no hay navidad si no hay hallacas en la casa.

Hoy las hice...

Y quise compartirlas con ustedes, amigos y amigas, como muestra de fraternidad. Para recordar que, por sobre todas las cosas, hay que vivir la NAVIDAD porque es un tiempo muy corto, demasiado corto para el amor que es necesario cultivar y compartir.

La elaboración de las hallacas es un ritual sumamente laborioso, las hallacas son de aquí y de allá, en ellas se mezcla una parte de lo que somos con una parte de lo que fuimos... Encontrar el punto exacto, el equilibrio entre lo que fuimos y lo que somos es un arte que no todos logran desarrollar porque el protocolo que rige la elaboración de nuestras hallacas es sumamente severo.

A veces pienso que los venezolanos nos complicamos demasiado la Pascua con la elaboración de las hallacas: buscar, seleccionar, comprar, limpiar, sazonar, mezclar, guisar, juntar, envolver, amarrar, hervir, desamarrar, servir, cortar, degustar, degustar, degustar ... y volver a ser niño de puro placer ... volver a sentir ese exquisito sabor de la infancia.

En mi infancia siempre hubo HALLACAS en navidad. Ese olor típico e indefinible de la hallaca me devuelve irremediablemente a mi infancia en aquella casa grande llena de gente. Tías, tíos, primos, hermanos, padres, amigos... un ejército familiar que siempre se juntaba en navidad.

Hoy el tiempo ya no es el mismo y mi casa no está tan llena de gente y tampoco es tan grande. Hoy mi casa es otra... hasta eso cambió... mi casa de niñez se quedó sembrada en aquel campo infinito donde no había límites para los sueños infantiles, pero yo no estoy allí...

Yo no estoy allí...

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERIDAD PARA EL VENIDERO 2007

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Por ahora me despido de todos mis lectores y lectoras, queridos todos. Regresaré a mi casa de infancia a compartir unos días con dos viejitos que se quedaron allí, donde yo no estoy. Dos viejitos que se quedaron allí, en aquella enorme casa donde ya no estamos los hijos...

martes, diciembre 12, 2006

CUANTO MÁS OIGO A LOS POLÍTICOS, MÁS AMO A MI GATO


Ya no creo en los políticos, su discurso me aburre porque siempre es...más de lo mismo. No hace falta tener las entendederas muy lúcidas para comprender que algo gordo está pasando. En esta tierra mía algo gordo está pasando con los políticos: acuerdos, negocios, negocios, acuerdos... algo gordo que los venezolanos comunes no entendemos... yo no lo entiendo. Y no es que yo sea muy común, pero no lo entiendo...definitivamente.
Ayer se peleaban, lo llamó "ladrón de siete suelas", hoy se dan palmaditas en la espalda, hablan bajito y con un firme apretón de manos cierran sus acuerdos. Ayer dijo: "aquí huele a azufre", es probable que mañana le pida una visa para visitar los casinos y bares que allá hay o para concretar otros negocios. Ayer hablaron y sellaron un acuerdo que nos impuso la tristeza. Un acuerdo fue sellado y estoy segura de que no es nada bueno para los "comunes" que en esta "tierra de gracia" compartimos nuestras esperanzas. Para los comunes que sólo queremos que la prosperidad, el desarrollo y la felicidad se distribuyan de modo equitativo.
Por eso, ya no creo en los políticos. No entiendo esa diplomacia de "estira y encoge", ajena a los principios que la dignidad impone. Por eso, cuanto más oigo y veo a los políticos venezolanos, más amo a mi gato.

Mi gato es afectuoso de modo sincero...
Mi gato gruñe cuando algo lo disgusta ... se hace respetar...
Mi gato es muy aseado...
Mi gato no cambia sus afectos por "un plato de lentejas"...
Mi gato es inteligente... más que algunos de los "otros"...
Mi gato es puntual en sus horarios...
Mi gato me recibe con sincera alegría cuando llego muerta de cansancio después de una dura jornada laboral...
Mi gato entra en mi cama ... se acurruca respetuoso... se hace un ovillo... guarda sus patitas... esconde sus garras...duerme como un ser bendito al que no lo molesta la conciencia... mi gato... no sé si los otros podrán dormir como duerme mi gato...
Por eso, cuanto más oigo y veo a los políticos venezolanos... más amo a mi gato...

lunes, diciembre 04, 2006

TIEMPO, TIEMPO,TIEMPO...

Al tiempo, tiempo le pido
y el tiempo, tiempo nos da
y el mismo tiempo nos dice
que él los desengañará.

Presento estos versos nuestros porque hoy me hace falta tiempo para entender.
Intereses, negocios, compra, venta...miseria que no se acaba y crece. Miserables que van con una mueca en la cara, sonrisa formada con la esperanza de los demás, miserables que van con abultadas cuentas en sus bancos personales. Miserables que vagan bajo la lluvia, con la risa fácil de la ignorancia, aquellos y éstos...todos miserables. Intereses, negocios, compra, venta...plazos largos que desgastan nuestra sensibilidad...perífrasis verbales de futuro, de un futuro que no se concreta... promesa de engañador.

A mis fieles lectores que dejan sus comentarios y también para aquellos que pasan en silencio sin comentar, les regalo esta estrofa:

El tiempo y el desengaño
son dos amigos leales
que despiertan al que duerme
y enseñan al que no sabe.